Andaba
yo leyendo mi Facebook, sin saber de donde apareció, una noticia de un señor
que tenía un problema de mango, concretamente de 50 cts. Y los problemas que
ello le acarreaba, esto me recordó a Pepe, un amigo de juventud, su historia
empezó en 1945, yo no había nacido, pero ya en mis años de aprendiz de mozuelo
me la contó, de todas formas todos sabíamos su historia, como en esa época en
todos los pueblos del entorno no se conocían los cuartos de baño, hasta los
años setenta, no por eso la gente era guarra, las necesidades de evacuación se
hacían en el huerto y si hacía frio en el establo y la ducha en la cocina,
aprovechando el agua caliente de la cocina de leña, metido en este balde de la
ropa, echándose el agua por encima con un cazo.
Bueno pues ya puestos en situación os cuento como
empezó la cosa, cuando los niños tenían un añito o más, las mamás, que se las
saben todas, para enseñarles a hacer sus necesidades y no tener que lavar los
pañales, cuando ellas visitaban el huerto para sus necesidades llevaban al niño
a su lado y por imitación se ponía en la misma posición, el niño equipado con
el pololo, (para los que no lo conozcan) era un pantalón corto con la costura
de entrepiernas descosida y en la posición agachada, quedaban destapados los
orificios de salida, cuando Pepe ya tenía tres años y sabia como hacer sus
necesidades solo, se marchaba al huerto y cuando acababa venia a que su madre
aseara las partes manchadas, un día compartía el huerto con las gallinas, una
de ellas se fijó en la lombriz del niño y de un picotazo trató de tragarla,
como estaba bien cogida y la gallina no quería soltarla, Pepe marchó a buscar a
su madre con la gallina colgada, su madre espantó la gallina sin que pudiera
obtener su trofeo, el pobre Pepe había quedado marcado para toda su vida con el
sobrenombre de (Sin picha).
Se crió un tanto solitario, los niños no querían jugar
con él y las niñas se reían a escondidas, cuando se hizo adolescente y empezó a
desarrollarse, se dio cuenta que su medida superaba la de los de su edad y cada
vez provocaba más envidias en los compañeros, como en los pueblos se saben
todos los chascarrillos, se dio cuenta que su desgracia la podía convertir en
virtud, cruzaban apuestas con los compañeros, etc. un día, un fanfarrón
presumía en la taberna de ser el más bien dotado, un tío de Pepe lo fue a
buscar y apostó un cántaro de vino a favor de su sobrino, para ello tomaron las
medidas, el fanfa, 28 cts. Y Pepe 34 cts.
Cierto día a Pepe le gustó una moza del pueblo, la
cortejó en una charla de media tarde, a ella también le gustaba Pepe, pero el
sobrenombre no le dejaba aceptar su petición, ella no quería un hombre sin
picha, Pepe encontró la solución, fueron detrás de la iglesia y le mostró que
todo era mentira, en principio ella se asustó, pero Pepe le dijo que podían
probar, ya que el sabia la medida de cada golpe y era cuestión de ir de uno en
uno, hasta que se sintiera satisfecha. Su fama se extendió por la comarca y
nadie se apartaba de él, incluso algunas mozas y menos mozas, (siempre según su
versión) querían vérsela, a él no le importaba con tal de usarla, con 33 años
se casó y siempre decía que no era feliz en sus relaciones, ya que tenía que
tomar precauciones y poner topes para no hacer daño a su pareja.
Según su explicación, al llevar la gallina colgando se
la estiró y por eso tenia esas medidas, científicamente se demuestra que ese no
era el motivo, si una cosa se estira, es cierto que se alarga, pero al mismo
tiempo se adelgaza, no era su caso, también el diámetro era proporcionado, lo
más creíble es que, cuando él nació al poco tiempo su madre se fue a Madrid,
hacer de ama de leche, a él lo criaron con la leche de una burra que tenían en
casa, por ser lo más parecido a la leche materna. Tal vez esa sea la
Explicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dejame un comentario