Aquí esta Juan
Esta es la historia de un vecino, se llama Juan, un
hombre bonachón, alegre, buena persona,
mejor vecino y siempre dispuesto a ayudar al que se lo pide, sin embargo lo que
llama más la atención es que es una persona sin aspiraciones, tiene su propia
casa, buen trabajo, sueldo digno y buenos amigos, un tipo raro en estos tiempos
en los que la gente solo quiere dar el pelotazo con tal de hacerse millonario,
sin importarle a quien pisa, ni al que perjudica, solo le importa el objetivo.
Juan siempre dice que el nació con la democracia en el
año 1978 y que las cosas siempre se pueden arreglar hablando, por difíciles que
estas sean, cuando estudiaba en el colegio era más bien mediocre, pero siempre
aprobaba con buena nota, algo le debió ayudar una vecina suya, él dice que es
su mejor amiga, ella es un verdadero coco estudiando, estudio derecho mercantil
e inspectora de hacienda y varios idiomas, él solo empresariales, según él era
suficiente para vivir sin romperse la espina.
Bien, esta amiga siempre le ayudó, no solo en la
escuela, también él a Margarita, que así se llama la moza, como siempre estaba
estudiando no tenía muchas amigas, sus padres muy estrictos con ella, no la
dejaban salir sola, si un día quería ir al cine, siempre le pedían a Juan que
la acompañara, las dos familias también eran muy amigas, si Margarita tenía que
ir a Madrid a las oposiciones, llamaban a Juan, si hacia unas vacaciones en
Inglaterra para mejorar su inglés, siempre le acompañaba Juan, pero los padres
de Margarita querían para ella un hombre
con carrera importante y con dinero, también ellos eran empresarios ricos, Juan
ni era rico ni tenía aspiraciones de grandeza, podemos decir que Juan es el
amigo perfecto, siempre está ahí, tratando de ayudar a sus amigos, ya sea
criticando o apoyando, el significado de su propia vida es ayudar, apoyar y lograr
mejorar la vida del otro, bueno en los mentideros del barrio se decía que era
su concubino y que estaba para todo lo que ella le pidiera.
Cuando Margarita cumplió los treinta años, sus padres
le presentaros al hijo de unos clientes de su empresa, era un buen partido y
buen mozo, después de poco más de un año de noviazgo, se casaron con una
ceremonia casi de príncipes, ya no necesitaba a Juan, o eso creía, lo malo es
que antes de un año empezaron las discusiones, cuando eran un poco gordas,
Marga venía triste a ver a Juan, solo con ver su cara le decía, (Marga no te
preocupes, aquí esta Juan) las peleas cada vez eran mayores, también afectaban
a sus padres, un día su madre se fue al otro barrio de un infarto, Marga quiso
que Juan estuviera a su lado en esos momentos tan duros, necesitaba su hombro
para sacar su duelo, al tiempo que Juan le animaba a seguir adelante, un día su
marido la encontró abrazada a Juan, los celos hicieron el resto, marchó de casa
a poner la correspondiente demanda de divorcio a un juzgado.
La pobre Marga, sola con su trabajo, su padre también
cargado de achaques, pero seguía controlando su vida, menos mal que Juan
siempre estaba ahí, intento rehacer su vida un par de veces en cuatro o cinco
años, pero sin mucha fortuna en el amor, pasados unos años su padre entró en la
terrible enfermedad de Alzheimer, tuvo que ponerlo en una residencia para que
estuviera bien cuidado, por supuesto que necesitaba a Juan para que le acompañara
a verlo, le resultaba muy difícil asimilar como había perdido su poderío y mal
carácter, ella no sabía conducir su propia vida, siempre le marcaron el camino,
ella solo tenía que saltar los obstáculos, eso la deprimía, menos mal que no
estaba sola, Juan estaba allí.
El día que se cumplían los diez años de su boda, fue a
ver a Juan, le pidió que le acompañara a Nueva York, no para celebrar el
aniversario de su fracasado matrimonio, quería poner en orden su vida, dijo,
después de dejar las maletas en el hotel, salieron a pasear sin una ruta
predeterminada, sin apenas darse cuenta, estaban frente a la estatua de la libertad, subieron
y contemplaron la ciudad desde lo alto, de repente Marga dijo, (tenemos que regresar
al hotel urgente, tengo que contarte una cosa), cogieron un taxi y pronto
llegaron al hotel, abrazó a Juan como siempre que quería contarle sus penas,
mientras le contaba lo que le había pasado, por fin he recuperado mi libertad
Juan, ahora voy a decidir por mí misma, mis padres ya no podrán coartar mi
vida, desde pequeña soñaba con vivir al lado de la persona más maravillosa, sin
duda la persona que más quiero en este mundo, nunca podré pagarle todo lo que
me ha dado, le miró a los ojos sin dejar
de abrazarle, con voz firme y algo temblorosa le ordenó, coge mi mano Juan,
igual que cuando estábamos en el colegio, quiero recorrer contigo toda la vida
que me quede, deseo realizar los sueños que siempre tuve, ahora puedo decirte
todo lo que sentía aquella niña, sé que tú también me estuviste esperando y en
todas las veces que te necesité tu respuesta siempre ha sido “AQUÍ ESTA JUAN”
eres como El amante fiel, yo seré tu pareja en las buenas y en las malas.
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