domingo, 30 de abril de 2017

LA TETA DE ATRAS



                                               La Teta de atrás
Hace años, un amigo y compañero de trabajo, me contó esta historia, el titulo me llamó la atención, pero lo que realmente me animó fue que la historia era real y formaba parte de un trozo de su vida.
El nació en una pequeña aldea cerca de Xinzo da Limia, Ourense, era el penúltimo de seis hermanos, como todos los hijos nacidos en el ámbito rural, en aquella época (de 1946) se crió y trabajó en casa y en el campo, según él, por la comida y cinco duros que conseguía de su madre a escondidas cuando salía de fiesta.
Cuando cumplió los 18 años, el día de San José, (santo y cumpleaños el mismo día) celebraron el día de su padre y su doble evento, después de los postres, recibió como regalo la peor noticia, su padre anunció que elegía heredero universal, al tercero de los hermanos, dándole en testamento el prado que había comprado unos meses atrás por tres millones doscientas mil pesetas del año 1963 al contado, la casa con todo el contenido, incluidas las vacas, la mitad de las fincas y participar en partes iguales con los hermanos en el resto.
José un hombre de carácter, protestó airadamente ante la injusticia, les propuso una forma diferente y más justa, el decía que su hermano heredero era el más adecuado para seguir con la casa, pero que los demás también eran hijos y habían contribuido con su trabajo, que sería más justo que los dineros que habían gastado en comprar el prado, se repartieran  entre los cinco hermanos no herederos para que pudieran sentirse pagados por su trabajo en casa y la parte de herencia que les tocaba para emprender una nueva vida, quedando todo lo demás para el heredero, el padre impuso su autoridad y convidó a marchar al que no estuviera de acuerdo, tarde o temprano marcharon todos, José, llegó a decirle a su padre si los demás hermanos éramos hijos del cura o habían nacido por otro agujero para desheredarles de esa manera, José dio un portazo y marchó a refugiarse a casa de un tío suyo, con solo lo puesto, al día siguiente le pidió prestadas diez mil pesetas y marchó a Barcelona, no volvió a pisar el pueblo, solo el día del entierro de su madre, el siempre dijo que su madre fue una simple criada en casa, el se dio cuenta que el día de marras su madre lloraba a escondidas sin poder abrir la boca.
José comparaba su situación con el símil de los cerditos recién nacidos, él que tuvo que atender varios partos de las cerdas de cría, se dio cuenta que tras pelearse por coger las tetas delanteras que daban más leche quedaban marcadas las posibilidades de cada uno, al cabo de un mes los de las tetas delanteras habían crecido el doble que los de las tetas de atrás, siempre decía que solo con ver la manada el sabia que teta estaba mamando cada uno, por este símil decía que a él le había tocado la teta de atrás o sea la peor y sin poder pelearla ya que el que decidía era su padre.
Después de diez años, tal vez llevado por la morriña y el amor a su tierra, cada año pasaba sus vacaciones en Xinzo, allí podía recordar viejos tiempos y saludar algunos amigos del pueblo cuando venían a la feria, era feliz estando cerca de su pueblo y con su gente, pero las puertas de su pueblo las había cerrado y no volvería a entrar, incluso ante notario renunció a todo lo que le pudiera tocar de la herencia de sus padres.
A finales de los ochenta, estando en Xinzo, asistió a un mitin de un político relevante, para saber las propuestas que tenia para su tierra, en un momento dado el político trató de ensalzar la valentía de los arraigados a la tierra por su valor y por seguir manteniendo viva la esperanza de tiempos mejores, para ello se acordó de los que según él, eran  los desertores del arado, (no pueden seguir marcando nuestro destino estos miserables) dijo, que ahora vienen aquí a presumir de riqueza mientras nosotros sacrificamos nuestras vidas por nuestras tierras.
De nuevo José montó en cólera, alzó la voz para rebatir con su experiencia el poco afortunado argumento del político, trató de subir al escenario, como no se lo permitieron, intentó gritar su verdad a todos los asistentes, hasta que los de seguridad y fuerzas del orden se lo llevaron a la fuerza y con malos modos, le convidaron a abandonar la ciudad, llegó al hotel,  ni si quiera  se quedó a comer, marchó a Orense a relajarse en las termas, en el mapa que llevaba marcó un círculo alrededor de toda la comarca da Limia, para no volver a pisarla.

Cuando nos jubilamos, traté de hacer de intermediario, le dije que no podía seguir lleno de odio, con odio las personas no son felices, le dije, como era creyente le di un sermón de buenos consejos, (un cristiano tiene que saber perdonar) (tarde o temprano llegará tu hora y debes marchar en paz con la tierra).  Mira José, quiero ayudarte, estar a tu lado para que no te metas en líos, tienes una tierra hermosa y estoy seguro que la amas, pero tu odio te ciega, le propuse un plan, cuando quieras iremos a celebrar el entroido, iremos disfrazados, para el anonimato, como es tiempo de transgresión contaremos todas las bondades de los desertores de arados, luego iremos a rezar a la Iglesia Románica Santa María de Xinzo, asistiremos a la celebración de la Festa do Esquecemento o fiesta del olvido, al salir, cometeremos el pecado de gula comiendo y bebiendo en exceso,  el vino,  ahogará y borrará malos recuerdos.
Al día siguiente, subiremos hasta el Monasterio de Bon Xesús de Trandeiras, en semi ruina, aunque conserva íntegramente la iglesia, con una hermosa fachada y una torre-campanario cuadrada, desde aquí podemos tener una visión global de la comarca da Limia, estaremos todo el tiempo que sea necesario para empapar nuestras entrañas con tanta belleza, después nos retiraremos  a  La laguna de Antela, uno de los humedales de mayor extensión de la península Ibérica, para hacer balance de nuestro peregrinar y darnos cuenta que solo ante tanta belleza y limpios de odio nos podemos sentir en el cielo.
 Solo entonces podremos ascender a las sierras, de Queixa o San Mamede, para gritar al viento  GALICIA QUE HERMOSA ERES, el viento contará a todos los gallegos  que nosotros también amamos a esta tierra.
José de esto ya hace seis años, sigo esperando tu llamada, no tardes más, te mereces ser feliz, quiero que vuelvas a vivir amigo mio.

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