Epitafio a mi BERZA
Como ya sabéis mi berza se ha muerto, para darle una
despedida de homenaje digno, decidí poner la foto de mi último abrazo en vida,
para tenerla siempre en mis recuerdos, como me gusta recordarla, es decir viva.
Para
que todos los que la admiraron sigan viéndola, planté su seco y viejo tronco en
la orilla del camino, en el huerto del vecino, de esta forma todos los que
aceden al pueblo la ven y pueden rendirle sus tributos, al tiempo que yo no
puedo salir de casa sin contemplar su silueta, esta es la primera imagen que
veo al salir de casa.
Para
los que puedan sentirse dolidos por tan trágico final, les quiero dar un rayo
de esperanza, el año pasado recogí las semillas y plante un pequeño semillero,
estas son las seis elegidas para asumir el reto de llegar tan alto como ella o
superarla, ya tengo elegida la primera fila, donde les dará más el sol del
naciente a primera hora, todas en la misma fila y en las mismas condiciones,
una de ellas tal vez ocupe el lugar que mi vieja berza ocupaba, suerte a todas
por igual y como siempre la naturaleza
decidirá, es la ley del más fuerte.
Mi homenaje no se acaba aquí,
en
una urna reciclada, puse un centenar de semillas, repartí una a cada vecino del
pueblo, para una sana competición, haber quien consigue la más hermosa y
fuerte, yo también participaré, no dudo que seré el ganador, nadie sabrá
acariciarlas, mimarlas, contarles sus historias y sobre todo transmitirles mi
ilusión y la fuerza moral que empuja por el camino de la vida.
Llévate contigo nuestros recuerdos,
Que fueron
fortalecidos por el amor.
El amor puede viajar hasta tu limbo,
Para que sientas mi corazón.
Las cosas materiales perdidas se pueden compensar,
Pero tu vida, amor mío no la puedo recuperar.
Vuelve cada día
a verme en sueños,
Dale fuerza a tus retoños que te puedan superar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dejame un comentario