¡Mi berza se me muere!,
esta mañana fui a visitarla, como cada día, coqueta como una bella dama, lucia
sus flores radiante, parecía el más hermoso ramo que una ilusionada novia podía
lucir, el rocío recogido durante la noche le producía un brillo especial,
orgullosa y altanera me dedicaba tal vez lo que sería su testamento, sabe que
le prometí que sus últimas semillas serian recogidas y repartidas entre los
vecinos y que en pocos años todo el pueblo lucirá cientos de sus herederos para
envidia de las gentes que nos visiten.
Estaba
yo tan contento y emocionado dedicándole mis poemas que no era consciente de
sus susurros, cuando terminé mi ritual de adoración, empecé a darme cuenta que
mi amor vegetal estaba llegando a su fin, asustado empecé a buscar entre sus
flores alguna guía interior que me diera esperanzas de que seguiría creciendo,
nada parece indicar futura vida en su interior, cuando sus flores se conviertan
en semillas todo llegará al final.
Tomé las fotos para el álbum de mis preciados recuerdos,
siempre estará en mi corazón, pero siempre podré enseñar al mundo estas
imágenes, que figuraran como parte de mi herencia a mis descendientes.
Yo me resisto a creer que esto sea el final, todos los
vecinos, expertos en berzas, dicen que no hay
remedio, que todo tiene su final y que mi berza superó con creces en
tamaño y longevidad a todas las de su especie, agradezco sus condolencias pero
me resisto o más bien espero, que una especie de resurrección, vuelva a dar un
brote que la devuelva a seguir dándome la ilusión de abrazarla cada mañana, soy
consciente que es ley de vida, como decía mi abuela, pero me aferro a su fuerza
sobrenatural y de momento no quiero escribir su epitafio.
Cuando recoja sus semillas, la seguiré abrazando para
darle mi calor a su tronco desprotegido, el amor, la naturaleza y el calor del
verano hace brotar mil amores y a veces retoños que parecían imposibles,
mientras el cuidado, el abono, el riego necesario, mis besos, mis poemas y mis
caricias seguirán mimando al más grande de mis amores vegetales.
Espero vuestros consejos, rezos, brujerías, para salvar
mi berza, tal vez algún día os pueda compensar con alguna de sus semillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dejame un comentario