TOROS

Como vosotros estáis ocupados con las fotos de la xuntanza, yo os voy a contar mi problema, el caso es que aquí estamos ocupados con los toros, esto es una cosa muy importante al menos para no hacer nada más, yo la verdad es que no quiero que maten a los toros, en realidad a ningún animal, soy incapaz de matar un mosquito, si no me pica, ya sabéis , defensa propia, cuando era más joven hasta me enamoré de una vaca, (ya os lo contaré otro día) pero aquí tengo dudas, mi comida favorita son los chuletones, no me da ningún asco comerme un solomillo y el rabo de toro bien guisado hasta mojo el pan, pero como los políticos nos hacen caso, como siempre, ya decidieron que aquí toros no.
 A mí me preocupa más mi vecino, lo conocí en la mili y como éramos vecinos aprovechó para explicarme su vida, el caso es que conoció una joven muy guapa y se enamoró, se enamoró tanto que no supo usar el método anticonceptivo más usado en el año 69, es decir asar dentro pingar fuera, como era un buen muchacho no quiso que su hijo naciera de madre soltera y se casó, el no trabajaba ya que como tenía que ir a la mili no valía la pena buscar trabajo, probó suerte en el toreo con el nombre de LOLO NIETO DEL GUINDILLA EL GRANADINO, yo creo que como el nombre era tan largo no lo contrataban, total que llegó a la mili sin haber triunfado, no la pasaba mal ya que recibía cada mes un giro de mil pesetas, un bocadillo entonces costaba 25 o 30 pesetas, a si que podía comer un bocadillo diario para no comer tanto rancho, al cabo de seis meses nos dieron un mes de permiso para ir a casa, y cuando entró en su casa no la conocía, pues su esposa se cuidó de decorarla a su antojo, ella no trabajaba en oficio conocido, el pensó que tal vez sus padres le habían ayudado, el no se preocupó, para que, todo estaba muy bonito.
Esta era ella, en esa época, también era muy torera. Cuando terminamos nuestras obligaciones militares como la cosa funcionaba bien, el se dedicó a administrar los ingresos y recorrer los bares de la zona, el no era un hombre de casa.
La semana pasada lo encontré un poco desanimado, me contó que con la crisis lo están pasando mal, que han tenido que renunciar a las necesidades más básicas, no podían ir a cenar fuera, ya hacía dos meses que no frecuentaban el bingo y hasta tuvieron que anular las vacaciones al Caribe, fueron a casa de sus padres para que les salieran gratis, que estaba buscando trabajo y no encontraba nada, la culpa de Zapatero que no daba trabajo.