
El caso es que durante cinco años me pasee por todo el norte de España y Galicia haciendo amigos y enseñando a mi familia cuán grande era la libertad, hoy reconozco que no fui un buen profesor, solo me sigue mi fiel compañera, supongo que, porque me prometió un día seguirme hasta la muerte, mis hijos entienden la libertad enganchados a un móvil, pero yo sigo fiel a mi espíritu viajero, a mi santa, a mis amigos y a todos los que hoy imitan esta forma tan libre de viajar a pesar de que algunos intentan ponérnoslo difícil.
Esta era (NUESTRO HOGAR) como reza el letrero de la visera, la pobre se le caían hasta las letras, pero siempre me devolvía a casa sano y salvo, un dia cansada, en Zaragoza me dijo adiós amigo, tu sigue tu ruta que yo me quedo aquí, mi maltrecha economía entonces no me permitió comprar otra, intenté suplirla con tienda de
campaña, pero en cuanto tuve la capacidad de endeudarme volví a comprar otra furgo, pues sentía que mi vida no estaba realizada.
Esta fue la nueva, su motor TDI de los primeros rugía como un león y corría como un guepardo, hasta 200 llegue a ponerla, pero siempre añore a mi primera, igual que si fuera mi primera novia, a pesar de que solo cogía los cien cuesta abajo, su encantador ruido todavía suena en mis oídos.
Ahora tengo mi chula con todos los adelantos y soy feliz, aunque la J4 sigue presente en mis recuerdos.
Saludos
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